Discussi??:La Vanguardia
De Viquip??dia
He esborrat la seg??ent frase per considerar-la una opini??: i en medis pol??tics i econ??mics se'l veu com el m??s influent en aquest pa??s. Llull 23:01 25 mar, 2005 (UTC)
Cal aportar refer??ncies per dir que ??s pr??xim a CiU, si no ??s una opini??. --VRiullop (parlem-ne) 17:57, 3 set 2006 (UTC)
He afegit que se'l classifica com a espanyolista i mon??rquic ja que tot i els canvis en la seva l??nia a trav??s del temps i de les persones que el regeixen s??n les posicions m??s repetides.--Oriol88 13:58, 14 oct 2007 (CEST)
En qu?? em baso? Luis de Galinsoga i "todos los catalanes son una mierda" http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,939613,00.html?iid=chix-sphere
La Vanguardia per fi es mulla,
Eso no es catalanismo De un tiempo a esta parte, proliferan las manifestaciones de un soberanismo de corte maniqueo, con frecuencia maleducado e hiriente, que envenena las relaciones de Catalunya con el resto de Espa??a estableciendo una relaci??n de vasos comunicantes con el espa??olismo catalanof??bico, su gran beneficiado. La comprensi??n o el silencio que han rodeado la quema de fotos del Rey en Girona y la conversi??n del engre??do treinta??ero incendiario en m??rtir de una supuesta Espa??a represora son el ??ltimo cap??tulo de un bochornoso serial ideol??gico. Protagonistas de tal serial son las plataformas independentistas - que obtienen un tratamiento period??stico muy por encima de su representatividad- y algunos personajes pintorescos: aquel celebrado actor que no consigue diferenciar los ingeniosos balbuceos de su personaje televisivo de la lamentable charlataner??a de sus m??tines; o aquel destemplado jurista que ha conseguido notoriedad denunciando a un Estado de cuyo aparato participa. Se trata de un soberanismo de vuelo gallin??ceo, tan estridente como irreflexivo, fundado en los t??picos de la visi??n rom??ntica de la historia. Su relato es sentimental y sus acusaciones no alcanzan s??lo al Estado, a los pol??ticos espa??oles o a Espa??a en general, sino tambi??n a pol??ticos y miembros relevantes de la sociedad civil catalana, acusados de connivencia culpable y de cobard??a, cuando no de traici??n. Esta visi??n de las cosas se divulga con sospechosa redundancia, a veces en tono sarc??stico e insidioso, a trav??s de unos medios p??blicos que deber??an respetar escrupulosamente todas las sensibilidades ciudadanas. Este soberanismo visceral acostumbra a reclamar del Estado espa??ol, con grandes aspavientos, el pleno reconocimiento de la pluralidad interna, pero es incapaz de reconocer, siquiera de respetar, la enorme pluralidad que anida en la compleja y cambiante sociedad catalana. La desacomplejada parcialidad con que desde los medios p??blicos se comentan los acontecimientos deportivos es el ejemplo m??s popular de la falta de respeto a la pluralidad catalana. La visi??n despectiva de las selecciones espa??olas o el tradicional barcelonismo de estos medios, ya de entrada discutible (seg??n las estad??sticas, un 40% de los catalanes son forofos de otros equipos), ha derivado en los ??ltimos a??os en inaceptables formas de antimadridismo. No vale la excusa de que en algunos medios p??blicos de Madrid se cometen los mismos errores. Los extremismos extremismos se necesitan y alimentan mutuamente, pero Catalunya -que ha salido muy fatigada del reciente cambio estatutario- necesita cordura, seriedad e inteligencia para poder plantear sus justas reivindicaciones y debe exponer sus necesidades arm??ndose de raz??n, no de excesos. Nada puede perjudicarla m??s que aparecer identificada con posiciones infantiles, extremistas. Es evidente que este soberanismo ruidoso y ensimismado perjudica a la causa de Catalunya, pues provoca m??s recelo entre los propios catalanes que seducci??n. ??Flaco favor se hace a la expansi??n de la lengua catalana si los medios que hacen bandera de ella desprecian a tantos catalanes que sienten o piensan de otro modo! Alegrarse de la derrota de la selecci??n de Gasol, comprender o relativizar la quema de fotograf??as de los Reyes, insistir desde los medios p??blicos en el mapa pancatalanista olvidando el masivo sentir de los valencianos o aprovechar los graves problemas infraestructurales para promocionar la en??sima plataforma soberanista no resuelve nada: complica m??s las cosas de lo que ya est??n. Si el independentismo en el Govern y el nacionalismo moderado en la oposici??n siguen manteniendo una relaci??n ambigua, amable o acomplejada frente a estas minor??as, lo pagar??n caro. En este momento grave, la sociedad catalana exige seriedad, pragmatismo y moderaci??n. Tambi??n el socialismo que lidera las principales instituciones catalanas puede pagar caro su silencio concesivo y pragm??tico. A Catalunya le sobra hervor, pero le faltan palabras sensatas. Falta valent??a para defender el principal legado del catalanismo: la defensa de los intereses materiales y culturales de Catalunya y la voluntad de hacerlos compatibles con el progreso de Espa??a.
Editorial de la Vanguardia 24/09/07
Crec que si no apareixen els adjectius espanyolista i mon??rquic o similars, la viquip??dia pecar?? de parcialitat. Aquest article i les paraules de Galinsoga mereixen entrar dins del contingut de l'article per?? per precauci?? i falta d'experi??ncia prefereixo no fer-ho.--Oriol88 14:16, 14 oct 2007 (CEST)