FRANCISO DE QUEVEDO OBRAS ooo000ooo Nace en 1580 en Madrid, España. Estudia en el Colegio Imperial de los Jesuitas en Madrid, y luego pasa a la Universidad de Alcalá de Henares y también a la de Valladolid cuando residía allí la corte (1601-1606). Muere en 1645 a los 65 años. En 1603, en Valladolid, Pedro Espinosa recoge materiales para la antología de las Flores de Poetas Ilustres de España, e incluye en ellos unos 17 poemas de Quevedo, testimonio de la fama que se había granjeado ya un poeta que apenas tenía 23 años. En la primera mitad del año de 1613, Quevedo sufre cierta crisis espiritual o moral, que le ocasiona un sentimiento profundo y doloroso de arrepentimiento. Quiso dar voz a dicho sentimiento en una serie de poemas que titula Heráclito Cristiano, el cual cierra una época de actividad literaria. Quevedo reparte su posterior obra poética en las nueve musas en la edición de El Parnaso Español. Por falta de espacio, El Parnaso Español incluyó tan sólo seis de las nueve musas. Las Tres Musas Ultimas Castellanas salen en una edición de 1670. ÍNDICE ANTERIORES AL HERÁCLITO Poderoso Caballero es Don Dinero HERÁCLITO CRISTIANO Salmo 2 EL PARNASO ESPAÑOL Musa I: Clío Musa II: Polimnia Musa III: Melpómene Musa IV: Erato Musa V: Tepsícore Musa VI: Thalía LAS TRES MUSAS ÚLTIMAS CASTELLAMAS Musa VII: Euterpe Musa VIII: Calíope Musa IX: Urania ------------------------------------------------------------------------ Poderoso Caballero es Don Dinero Madre, yo al oro me inclino, él es mi amante y mi amado, pues de puro enamorado de continuo anda amarillo. Que pues doblón o sencillo hace todo cuando quiero, poderoso Caballero es Don Dinero. Nace en las Indias honrado, donde el Mundo le acompaña; viene a morir en España, y es en Génova enterrado. Y pues quien le trae al lado es hermoso, aunque sea fiero, poderoso Caballero es Don Dinero. Es galán, y es como un oro, tiene quebrado el color, persona de gran valor, tan Cristiano como Moro. Pues que da y quita el decoro, y quebranta cualquier fuero, poderoso Caballero es Don Dinero. Son sus padres principales, y es de nobles descendiente, porque en las venas de Oriente todas las sangres son reales. Y pues es quien hace iguales al Duque y al ganadero, poderoso Caballero es Don Dinero. Mas, ¿a quién no maravilla ver en su gloria, sin tasa, que es lo menos de su casa Doña Blanca de Castilla? Pero pues da al bajo silla y al cobarde hace guerrero, poderoso Caballero es Don Dinero. Sus escudos de Armas nobles son siempre tan pricipales, que sin sus Escudos Reales no hay escudos de armas dobles. Y pues a los mismos robles la codicia su minero, poderoso Caballero es Don Dinero. Por importar en los tratos y dar tan buenos consejos, en las casas de los viejos gatos le guardan de gatos. Y pues él rompe recatos, y ablanda al juez más severo, poderoso Caballero es Don Dinero. Y es tanta su Majestad (aunque son sus duelos hartos) que con haberle hecho cuartos no pierde su autoridad. Pero pues da calidad al noble y al pordiosero, poderoso Caballero es Don Dinero. Nunca vi Damas ingratas a su gusto y afición, que a las caras de un doblón hacen sus caras baratas. Y pues las hace bravatas desde una bolsa de cuero, poderoso Caballero es Don Dinero. Más valen en cualquier tierra (mirad si es harto sagaz) sus escudos en la paz que rodelos en la guerra. Y pues al pobre le entierra y hace propio al forastero, poderoso Caballero es Don Dinero. Salmo 2 ¡Cuán fuera voy, Señor, de tu rebaño; llevado del antojo y gusto mío! Llévame mi esperanza viento frío, y a mí con ella disfrazado engaño. Un año se me va tras otro año, y yo más duro y pertinaz porfío por mostrarme más verde mi Albedrío, la torcida raíz de tanto daño. Llámasme, gran Señor: nunca respondo. Sin duda mi respuesta sólo aguardas, pues tanto mi remedio solicitas. Mas, ¡ay!, que sólo temo en Mar tan hondo que lo que en castigarme ahora aguardas, doblando los castigos lo desquitas. MUSA I: CLIO A Roma sepultada en sus ruinas Buscas en Roma a Roma, ¡oh, peregrino!, y en Roma misma a Roma no la hallas: Cadaver son las que ostentó murallas, y tumba de sí propio el Aventino. Yace donde Reinaba el Palatino, y limitadas del tiempo las medallas, más se muestran destrozo a las batallas de las edades que Blasón Latino. Sólo el Tibre quedó, cuya corriente, si Ciudad la regó, ya sepultura la llora con funesto son doliente. ¡Oh Roma, en tu grandeza, en tu hermosura huyó la que era firme, y solamente lo fugitivo permanece y dura! MUSA II: POLIMNIA Enseña cómo no es rico el que tiene mucho caudal Quitar codicia, no añadir dinero, hace ricos a los hombres, Casimiro. Puedes arder en púrpura de Tiro, y no alcanzar descanso verdadero. Señor te llamas; yo te considero cuando el hombre interior que vives miro, esclavo de las ansias y el suspiro, y de tus propias culpas prisionero. Al asiento de l'alma suba el oro, no al sepulcro del oro l'alma baje, ni le compita a Dios su precio el lodo. Descrifra las mentiras del tesoro, pues falta (y es del Cielo este lenguaje) al pobre mucho y al avaro todo. MUSA III: MELPÓMENE Túmulo de la mariposa Yace pintado Amante, de amores de la Luz muerta de amores, Mariposa elegante que vistió rosas y voló con flores; y codicioso el guego de sus galas, ardió dos Primaveras en sus alas. El aliño del prado y la curiosidad de Primavera aquí se han acabado, y el galán breve de la Cuarta Esfera que con dudoso y divertido vuelo, las lumbres quiso amartelar del Cielo. Clementes hospedaron a duras Salamandras llamas vivas; su vida perdonaron, y fueron rigurosas, como esquivas, con el galán idólatra que quiso morir como Faetón, siendo Narciso. No renacer hermosa, parto de la ceniza y de la muerta, como Fenix gloriosa que su linaje entre las llamas vierte, quien no sabe de amor y de terneza lo llamará desdicha, y es fineza. Su Tumba fue su Amada, hermosa, sí, pero temprana y breve; Ciega y enamorada, mucho al Amor y poco al Tiempo debe; y pues en sus amores se deshace, escríbase: Aquí goza, donde yace. MUSA IV: ERATO Amante agradecido a las lisonjas mentirosas de un sueño ¡Ay Floralba! Soñé que te ... ¿Direlo? Sí, pues que sueño fué que te gozaba; ¿y quién, sino un amante que soñaba, juntara tanto infierno a tanto cielo? Mis llamas con tu nieve y con tu hielo, cual suele opuestas flechas de su aljaba, mezclaba Amor, y honesto las mezclaba como mi adoración en su desvelo. Y dije: "Quiera Amor, quiera mi suerte, que nunca duerma yo, si estoy despierto, y que si duermo, que jamás despierte. Mas desperté del dulce desconcierto; Y ví que estuve vivo con la muerte. Y ví que con la vida estaba muerto. MUSA V: TERPSÍCORE Letrilla satírica Pues amarga la verdad, quiero echarla de la boca; y si al alma su hiel toca, esconderla es necedad. Sépase, pues libertad ha engendrado en mi pereza La Pobreza. ¿Quién hace al tuerto galán y prudente al sin consejo? ¿Quién al avariento viejo le sirve de Río Jordán? ¿Quién hace de piedras pan, sin ser el Dios verdadero? El Dinero. ¿Quién con su fiereza espanta el Cetro y Corona al Rey? ¿Quién careciendo de ley merece nombre de santa? ¿Quién con la humildad levanta a los cielos la cabeza? La Pobreza. ¿Quién los jueces con pasión, sin ser ungüento, hace humanos, pues untándolos las manos los ablanda el corazón? ¿Quién gasta su opilación con oro y no con acero? El Dinero. ¿Quién procura que se aleje del suelo la gloria vana? ¿Quién siendo toda cristiana tiene la cara de hereje? ¿Quién hace que al hombre aqueje el desprecio y la tristeza? La Pobreza. ¿Quién la Montaña derriba al Valle, la Hermosa al feo? ¿Quién podrá cuanto el deseo, aunque imposible, conciba? ¿Y quién lo de abajo arriba vuelve en el mundo ligero? El Dinero. MUSA VI: THALÍA Bebo vino precioso con mosquitos dentro Tudescos Moscos de los sorbos finos, Caspa de las azumbres más sabrosas, que porque el fuego tiene mariposas, queréis que el mosto tenga marivinos. Aves luquetes, átomos mesquinos, Motas borrachas, pájaras vinosas, Pelusas de los vinos envidiosas, Abejas de la miel de los tocinos. Liendres de la vendimia; yo os admito en mi gaznate, pues tenéis por soga al nieto de la vid, licor bendito. Tomá en el trago hacia mi nuez la boga, que bebiéndoos a todos, me desquito del vino que bebiste y os ahoga. MUSA VII: EUTERPE Definiendo el amor. Soneto amoroso Es hielo abrazador, es fuego helado, es herida que duele y no se siente, es un soñado bien, un mal presente, es un breve descanso muy cansado. Es un descuido que nos da cuidado, un cobarde con nombre de valiente, un andar solitario entre la gente, un amar solamente ser amado. Es una libertad encarcelada que dura hasta el postrero parasismo, enfermedad que crece si es curada. Éste es el niño amor, éste es su abismo: ¡mirad cuál amistad tendrá con nada el que en todo es contrario de sí mismo! MUSA VIII: CALÍOPE Letrilla satírica Que le preste el Genovés al casado su hacienda; que al dar su mujer por prenda preste él paciencias después; que la cabeza y los pies le vista el dinero ajeno, bueno; Mas que venga a suceder, que sus reales y ducados se los vuelvan en cornados los cuartos de su mujer; que se venga a rico ver con semejante regalo, malo. Que el mancebo principal aplique, por la pobreza, a ser ladrón su nobleza, por ser arte liberal; que sea podenco del real más escondido en el seno, bueno; Mas que en tales desatinos venga el pobre desdichado de puro descaminado a parar por los caminos; que conozca los Teatinos por intercesión de un palo, malo. Que el hidalgo por grandeza muestre, cuando riñe a solas, en la multitud de olas tormentas en la cabeza; que disfrace su pobreza con rostro grave y sereno, bueno; Mas que haciendo tanta estima de sus deudos principales, coma las ollas nabales como batalla marina; que la haga cristalina a su capa el pelo ralo, malo. MUSA IX: URANIA En la muerte de Cristo, contra la dureza del corazón del hombre. Soneto sacro Pues hoy derrama noche el sentimiento por todo el cerco de la lumbre pura, y amortecido el Sol en sombre oscura, da lágrimas al fuego y voz al viento. Pues de la muerte el negro encerramiento descubre con temblor la sepultura, y el monte, que embaraza la llanura del mar cercano, se divide atento: De piedra es, hombre duro, de diamante tu corazón, pues muerte tan severa no anega con tus ojos tu semblante. Mas no es de piedra, no, que si lo fuera, de lástima de ver a Dios amante, entre las otras piedras se rompiera. ??